Deseo resucitado
Si
pudiéramos hablar del aire
que
se lleva tan lejos las palabras
y nos
deja solo miserables nubarrones.
Si
pudiéramos admitir la distancia
para
pensar que todo sucede en un ahora
que
todo tiene el ritmo fugaz de lo expresado.
Si
pudiéramos decir de nuestros ojos
que
se engañan cuando miran los cipreses dormidos.
Si
pudiéramos dejar que el cuerpo hable
que
nos cuente por sí mismo sus verdades
cuánto
deseo otra vez resucitara.
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