sábado, 3 de julio de 2021

ANNA ŚWIRSZCZYŃSKA

 


 

Virginidad

 

 

Uno debe ser valiente para vivir a través
de un día. Lo que queda
es nada salvo el placer de la nostalgia –cosa inapreciable.

La nostalgia
purifica como lo hace el vuelo, fortalece como lo hace un esfuerzo,
esculpe el alma
como el trabajo
esculpe el vientre.

 

Es como un atleta, como un corredor
que nunca dejará
de correr. Y esto
le concede resistencia.

 

La nostalgia
es alimento para los fuertes.
Es como una ventana
en una alta torre, a través de la cual
sopla el viento de la intensidad.

 

La nostalgia,
la virginidad de la felicidad.

 

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