III
Salen
del mar muchachos con salitre
eran la gracia,
como esos milagros perennes donde la luz ríe.
Quizás bastó tocar mi puerta
yo también quise traspasar las olas .
No podré decir nunca cómo eran, al menos no exactamente.
Incendiada bajo un vuelo de pájaros lanzo cartas,
cartas que los muchachos no leerán
ansiosos de sus juegos.
eran la gracia,
como esos milagros perennes donde la luz ríe.
Quizás bastó tocar mi puerta
yo también quise traspasar las olas .
No podré decir nunca cómo eran, al menos no exactamente.
Incendiada bajo un vuelo de pájaros lanzo cartas,
cartas que los muchachos no leerán
ansiosos de sus juegos.
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