viernes, 25 de enero de 2013

DINO G. SALINAS





Mi nariz en medio…



Mi nariz en medio de la copa inclinada, los ojos llorosos por el vaho y la fragancia, una ola de vino rompiendo en mi garganta... Aaaahhhhh.... Salú... Ahora mi sangre es más roja, mi corazón... más vulnerable y, en mi cerebro, el hemisferio izquierdo no para de reír por una talla del derecho.


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