Tu estas al otro lado, donde no te dueles.
Te escapas del alba,
herido de tu luz estoy,
es tu mirada un cuchillo
sangra mi voz,
busca la sangre de las palabras;
para encontrar tus alas.
Tu sigues estacionada,
siembras estrellas a tu alrededor
no descansas,
y no te dueles.
Tu pelo extendido,
perfumado
es la sombra de la noche;
que se instala en mis delirios.
Te nombro explosión
golpe de mar,
te nombro,
y aun dueles
de no encerrarte plena;
en la sangre de las palabras.
Di agua, para derramarme.
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