lunes, 29 de abril de 2019

EPPE SALVIA





Carta



Viene por la noche, es verdad, silencioso
llueve una luz de sombra y cómo
fueron nuestros sentidos inevitables
repentino, nos quejamos
una ciencia más amplia.

Teniendo el fruto de eso
llamativo, la bella lujuria,
e incluso la sombra de los susurros
y juegos, como niños.

Pero sé que Serena no puedo,
en estos tiempos marcados por el secreto
de los cuales uno invade
nuestra intimidad,
vivir ahora si no con tanta dificultad
y tan ligero.

De esta amarga dificultad, ya es cada vez más cierto
un sentimiento de alegría, a la manera
eso en la tarde juntos
salir a la calle
claro, lo vi, en la sombra
y de secreto,
estamos entre las luces perdidas
seres más leves que aquellos
vino antes que nosotros
él solo tuvo que sufrir
salvado casi por casualidad, y en este pródigo.

Los besos son hermosos regalos.


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