jueves, 1 de mayo de 2025

DAVID HERNÁNDEZ SEVILLANO

 

  

 

El secreto del ventrílocuo

                   La vida ha sido un edificio en obras

Joan Margarit

 


Nunca acabaste de contar tu historia.

Siempre se interponía alguna otra

en medio de los dos:

            …a propósito de esto hubo un derviche

           que abrió una tienda cerca de mi barrio…

cuentos del mar, residuos de la noche.

           …¿recuerdas a Graciela,

           aquella joven música argentina?

Yo siempre preguntaba

por ese verso agónico, invisible

que anidaba en tu lengua

y tú siempre escapabas con aquel

…conozco un zahorí.

           Lleva a su amada dentro de un bolsillo

           y es dulce en un paisaje de manzanas…

batir de alas

en forma de suceso irrenunciable.

 

           Se llama Trinidad

           y cuenta ciento doce primaveras…

 

Hace ya un año que te despediste.

Llovía. Hacía frío. El cementerio

era un final en obras

que no estaba a la altura de tu vida.

 

Yo sé que no era amor ese intercambio,

sin embargo tengo que confesar

que hoy he vuelto a tu casa

—no ha sido nada fácil,

tus muñecos y mi ánimo cedieron

poco después que tú—

en busca del final que me negaste,

a encontrar tu lugar en mi pasado.

 

No hay acierto posible

ni error en nuestras huellas.

Cada renuncia, cada decisión

también fue una victoria.

 

 

De: “El arcón de los títeres”.

 

 

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