Duda III
¿Quiénes ven la espuma de su propia
sangre cuando el fuego está robándoles el miedo? El tiempo está doblándose y la
herida que nos causa la esperanza tiene luz en cada grieta; el espacio es un
susurro merodeando la impiedad de lo que es libre todavía. Con todo, la
suciedad de una caricia sólo se rompe si los ojos no vigilan hacia adentro.
Toma lo que te mata y hazlo dios de barro para urgencias: es la mejor redención
de lo inventado por quien huye, mas no permitas que la magia cotidiana se
despedace en lo que dejes destruido.
Tus brazos y tu odio son exactos, pero
la vida está incompleta sin el dolor que nos hace recordarla. ¿Dónde podemos
enterrar lo doloroso sin necesidad de olvidarnos todo el cuerpo? Los días dan la
vuelta y se van hacia otra época cuando te ven afilar la oscuridad con las
manos remojadas en tu sangre.
¿Mataremos hoy con estas manos que sólo
pretenden la caricia?
De: “El fin del
silencio”
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