Mi
abuelo
Mi
abuelo solía llevarme al muelle,
tejía sus redes en la arena del Colorado
y temía sus olas mi esplendor de niñez.
tejía sus redes en la arena del Colorado
y temía sus olas mi esplendor de niñez.
Andaba
tras cangrejos en el óxido negro
de los pilotes, los botes varados, la arena
y mi abuelo reparando cabos y varillas.
de los pilotes, los botes varados, la arena
y mi abuelo reparando cabos y varillas.
Y
eso es aquel hombre fuerte: mi infancia.
Cuando nacía junto a él, mi espíritu,
y el bote de mi vida apenas tocaba mar.
Cuando nacía junto a él, mi espíritu,
y el bote de mi vida apenas tocaba mar.
El
velero de la suya varaba ya esperanzas,
y no alcanzaba a entender naufragios
y no sabía pensar sino sus bogadas.
y no alcanzaba a entender naufragios
y no sabía pensar sino sus bogadas.
Su
sarta de congrios, cabrillas y hasta
una albacora, de aquellas que pescar solía
y traer a puerto, más que sus bancadas.
una albacora, de aquellas que pescar solía
y traer a puerto, más que sus bancadas.
Yo
no supe bien, cuando cambió rumbo
al océano interminable de negras aguadas,
sino cuando hundiéronse sus ojos,
al océano interminable de negras aguadas,
sino cuando hundiéronse sus ojos,
Su
ceviche, su andar altivo, su papaniagua,
y el amor de los días que al muelle llevarme
solía mi abuelo, ¡ah, cuándo la infancia!
y el amor de los días que al muelle llevarme
solía mi abuelo, ¡ah, cuándo la infancia!
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