Al oído
Déjame
penetrar por este oído,
camino de mi bien el más derecho,
y, en el rincón más hondo de tu pecho,
deja que labre mi amoroso nido.
camino de mi bien el más derecho,
y, en el rincón más hondo de tu pecho,
deja que labre mi amoroso nido.
Feliz
eternamente y escondido,
viviré de ocuparlo, y satisfecho...
¡De tantos mundos como Dios ha hecho,
este espacio no más a Dios le pido!
viviré de ocuparlo, y satisfecho...
¡De tantos mundos como Dios ha hecho,
este espacio no más a Dios le pido!
Ya no
codicio fama dilatada,
ni el aplauso que sigue a la victoria,
ni la gloria de tantos codiciada...
ni el aplauso que sigue a la victoria,
ni la gloria de tantos codiciada...
Quiero
cifrar mi fama en tu memoria;
quiero encontrar mi aplauso en tu mirada;
y en tus brazos de amor toda mi gloria.
quiero encontrar mi aplauso en tu mirada;
y en tus brazos de amor toda mi gloria.
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