lunes, 26 de marzo de 2018

NIZAR QABBANI




  
Pintar con palabras



No me pidas cuentas de mi vida:
la conversación se alargará.
En todas las épocas estoy presente, como si
tuviera un millón de años.
Mis maletas se han cansado del largo viaje
y yo me he cansado
de mi caballo y de mis conquistas.
No ha quedado ni un pecho, blanco o negro,
en cuyo territorio no haya plantado mis banderas.
No ha quedado ni un rincón en el cuerpo de una bella
por el que no haya pasado mi caravana.
De la piel de las mujeres he confeccionado un manto,
he construido pirámides de sueños
y he escrito poemas a cuya magia sólo se asemejan
las palabras de Dios en la Torah.

Hoy me siento en la cubierta de mi barco
cual ladrón buscando el camino de salvación,
giro la llave del harén y no veo
en la sombra más que calaveras de muertos.
¿Dónde están los prisioneros?
¿Dónde están mis pertenencias?
¿Dónde está el incienso que fluía de mis habitaciones?
Hoy los pechos se vengan
y me devuelven las puñaladas.

Las tristezas de Harún Al Rashid"1" son amargas.
¡Si conocieras la amargura de la tristeza!
Soy como la antorcha del camino, amiga mía,
lloro, pero nadie ve mis lágrimas.
El sexo fue un calmante que probé:
no acabó con mis tristezas ni mis crisis
y el amor entero se tornó
semejante a las hojas en los bosques.
Soy incapaz de amar ni una hormiga
o una nube, de amar cualquier guijarro.
He practicado mil y una religiones
y he descubierto que la mejor
es adorarme.

Tu dulce boca no soluciona mi caso:
mi problema está en mi cuaderno y mi tintero.
Todos los caminos entre nosotros están cerrados:
nuestra salvación es pintar con palabras.


De: “Pintar con palabras”

Versión de maría luisa prieto


[1]  (764-809) Quinto califa abbasí. Su suntuosa y legendaria corte aparece reflejada en los cuentos de Las mil y una noches.


No hay comentarios:

Publicar un comentario