miércoles, 26 de junio de 2019

SERGIO BRICEÑO





Pérdida



No hay forma
de encenderlo.

Ni con chispa
o fogata.

Ni soplando
en la base
para que encarne
el fuego.

Ni rociando butano
o kerosén.

No es posible encender
ni siquiera una vela
en esta cueva oscura
en que se oculta
la bestia
del amor apagado.





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