Nos
iremos alejando
Nos
iremos alejando cada vez más
El
horizonte será un lienzo manchado de vino
Habrá
pájaros en pleno vuelo
mientras
caen pesadamente las horas de un último día
y
habrá nardos y jacarandas
que
elevarán un aroma triste de despedida.
Fuiste
agua viva, savia de verbos.
Fuiste
un aroma exquisito: eres una trampa.
Fuiste
jardín callado, serás la lluvia que daña.
Eres
un dibujo de notas cromadas
encerrada
en una postal de verano, partitura del aire.
Y
nos iremos alejando cada vez más
estaremos
huyendo a todas las citas, a todos los sexos
mientras
afuera la rutina, los horarios, la ciudad.
Yo
quiero elevarme como el incienso en la tempestad.
Yo
voy a buscar los caminos al fondo del fuego.
Lanzaré
de nuevo los dados, bocanada de sueño.
Desapareceré
cruzando un laberinto
cuyos
caminos son de luz y de viento.
Pero
no voy a evitar ese otro río de imágenes y presencias silenciosas,
así
que, aunque no te quiero amor mío,
aunque
no espero de ti la redención, jamás te olvido.
No
quiero nada de ti
y
aunque te tengo por completo
al
borde de la boca, en la palabra, prefiero abdicar.
Puedo
arrojar el recuerdo a la hoguera
para
que no seamos ni ceniza.
Pero
si enciendo ese fuego vuelve el juego suave y melódico
de
tocarte a través del recuerdo.
No
lo sabrás: serás polvo de mi memoria.
No
lo sabrás: y yo lo sabré.
Y
para entonces estaremos tan lejos
Y tu
boca hablará otro idioma
Y tu
cuerpo velará otros secretos
Y yo
estaré jugando al rompecabezas
como
un pájaro de recuerdos fragmentados.
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