Para sanarte vine, me habló el canelo
Para
sanarte vine, me habló el árbol sagrado
Ve y
recoge mis hojas, mis semillas
me está diciendo
De
todas partes vinieron tus buenas machi
mis buenos machi
desde
las cuatro tierras, desde las cuatro aguas
mediaremos,
me están diciendo sus poderes
en tus
nervios, en tus huesos, en tus venas
¿O
deseas acaso abandonar a nuestra gente?
Elevaré
mis rogativas, le digo
Ay, mis
pensamientos se apartaron
de los apacibles ríos de mi corazón
Piedra
transparente será éste, por mí, dijiste
Oo
Ngvnechen, envíame tu aliento
tu
resollar de aire poderoso
Este va
a ser cantor, dijiste, entregándome
el caballo azul de la palabra
Hasta
la tierra de arriba llegará en sus sueños
confundiendo
al mensajero de sus enemigos
Me oirá
cuando hable desde la savia
de las
plantas y de las flores. Así dijiste
Mas yo
quise olvidar el consejo de las Ancianas
y de los Ancianos
por eso
estoy enfermo ahora
Mis
pensamientos se alejaron
de los apacibles ríos de tu corazón
Mírame,
estoy soñando que he subido
por tus hojas
La
cascada azul de la mañana vino a mojar
mis labios con sus aguas
Subí,
subí con ellas, pero me sujetó
el murmullo de los peces
Caminé
luego sobre el aroma de los bosques
Después
baile. En él estaba colgado mi poder
Las
buenas visiones y los buenos sueños
lo rodeaban
Lloré
entonces, lloré, abrazado
por el espíritu de mi canelo.
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