jueves, 9 de mayo de 2013

ALDO PELLEGRINI






La fiesta de las arañas




¿Ah sí, te has despertado?

una mañana prodigiosa abre de par en par las ventanas

el último árbol de la noche ha dejado una huella

sobre la piel de tu frente.

Sí, te has despertado

agitando tu manto de telarañas de sueño

ahuyentaste el tropel de ratas ciegas

que te roían dormida.

Ya estás despierta, ¿adonde vas ahora?

abandonas tu riqueza nocturna por el gran vacío del día

y con la pálida debilidad construyes tu marcha sin objeto.

Ya estás despierta, subamos

por la angosta escalera hasta el confín del tiempo

para sorprender allí a los minutos perdidos

fugados de la vida.

No

un brusco desaliento te detiene

frente al espacio sin cielo donde nieblas aterradas

con inexplicable dulzura

transforman en viento a los que avanzan.

Algas marinas de la esperanza

horas inútiles se ocultan tras la puerta dorada

las palabras se encadenan a un profundo secreto

el diamante del desaliento brilla hacia adentro

los que se atreven a sonreír pierden su lugar en el mundo.

¿Adonde vas sin mí? buscas tu fiesta única

tu borrachera de signos y cataratas

tu jaula de libertad

donde amigos desconocidos beben tus gestos líquidos

y el veneno te mira con ojos fosforescentes.

Prepárate para tu fiesta

la fiesta de las manos que se resquebrajan

la fiesta del sudor de los crujidos

allí donde el letargo de tu carne

se precipita en una oscura danza.

Tu fiesta es la fiesta de las arañas

que devoran ferozmente tu riqueza nocturna

para alimentar su miseria inagotable

allí sumergida en un olvido sin límites

comprarás motivos para tu risa

comprarás estruendo para llenar tu silencio.


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