La
fiesta de las arañas
¿Ah
sí, te has despertado?
una
mañana prodigiosa abre de par en par las ventanas
el
último árbol de la noche ha dejado una huella
sobre
la piel de tu frente.
Sí,
te has despertado
agitando
tu manto de telarañas de sueño
ahuyentaste
el tropel de ratas ciegas
que
te roían dormida.
Ya
estás despierta, ¿adonde vas ahora?
abandonas
tu riqueza nocturna por el gran vacío del día
y
con la pálida debilidad construyes tu marcha sin objeto.
Ya
estás despierta, subamos
por
la angosta escalera hasta el confín del tiempo
para
sorprender allí a los minutos perdidos
fugados
de la vida.
No
un
brusco desaliento te detiene
frente
al espacio sin cielo donde nieblas aterradas
con
inexplicable dulzura
transforman
en viento a los que avanzan.
Algas
marinas de la esperanza
horas
inútiles se ocultan tras la puerta dorada
las
palabras se encadenan a un profundo secreto
el
diamante del desaliento brilla hacia adentro
los
que se atreven a sonreír pierden su lugar en el mundo.
¿Adonde
vas sin mí? buscas tu fiesta única
tu
borrachera de signos y cataratas
tu
jaula de libertad
donde
amigos desconocidos beben tus gestos líquidos
y
el veneno te mira con ojos fosforescentes.
Prepárate
para tu fiesta
la
fiesta de las manos que se resquebrajan
la
fiesta del sudor de los crujidos
allí
donde el letargo de tu carne
se
precipita en una oscura danza.
Tu
fiesta es la fiesta de las arañas
que
devoran ferozmente tu riqueza nocturna
para
alimentar su miseria inagotable
allí
sumergida en un olvido sin límites
comprarás
motivos para tu risa
comprarás
estruendo para llenar tu silencio.
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