viernes, 17 de julio de 2015

ALICIA SALINAS


 

Pálida


Permiteme amarte con desquicio
revolcar mis caderas
en tu sexo
Y ser feliz
por única vez
rogó

rogó

pálida.




MARIO BENEDETTI


 

 

 

126



tiembla el rocío
y las hojas moradas
y un colibrí

 

 

JUAN BOSCÁN


 

A la tristeza

 

Tristeza, pues yo soy tuyo,
tú no dejes de ser mía;
mira bien que me destruyo,
sólo en ver que el alegría
presume de hacerme suyo.
¡Oh tristeza!
que apartarme de contigo
es la más alta crueza
que puedes usar conmigo.

No huyas ni seas tal
que me apartes de tu pena;
soy tu tierra natural,
no me dejes por la ajena
do quizá te querrán mal.
Pero di,
ya que estó en tu compañía:
¿Cómo gozaré de ti,
que no goce de alegría?

Que el placer de verte en mí
no hay remedio para echallo.
¿Quién jamás estuvo así?
Que de ver que en ti me hallo
me hallo que estoy sin ti.
¡Oh ventura!
¡Oh amor, que tú heciste
que el placer de mi tristura
me quitase de ser triste!

Pues me das por mi dolor
el placer que en ti no tienes,
porque te sienta mayor,
no vengas, que si no vienes,
entonces vernás mejor.
pues me places,
vete ya, que en tu ausencia
sentiré yo lo que haces
mucho más que en tu presencia.

 

 

 

GONZALO MILLÁN


 
 

5.

 

Pasan carrozas.
Por esta calle pasan entierros.
Pasaron a muchos por las armas.
Las calles tienen muchos baches.
Los caballos llevan gualdrapas negras.
¡Hin! relincha un caballo.
Pasan camiones.
Pasan autos de hombres acaudalados.
Los niños pasan el río.
Pasa un enano con una gran cabeza.
Pasa el tirano en un auto blindado.

Pasar por alto los abusos.
Los tiros a altas horas de la noche.
No abrir la boca sino para comer
Cuando hay para echarse a la boca.
Pasamos hambre.
No se puede hablar abiertamente.
Los loros hablan fácilmente.
El loro tiene vistoso plumaje.
Los plumiferos escriben en los diarios
Los papagayos hablan por la radio.
La mordaza impide el habla.
Vvms mrdzds.
Vvmos mrdzdos.
Vvimos mrdzados.
Vivimos mordazados.
Vivimos amordazados.
Vivimos con los ojos vendados.
Los ojos se abren bajo la venda.
La boca se abre bajo la mordaza.

El tirano disfruta de salud.
Sólo el hombre disfruta de la palabra.
Los gorilas se golpean el pecho.
¡Muera el tirano!
 

De “La ciudad”

 

CÉSAR CALVO


  

Aquel bello pariente de los pájaros

 

Aquel bello pariente de los pájaros
que escondía su sombra de la lluvia
mientras tú dirigías
sobre ardientes cuadernos el vuelo de su mano.
El niño que subía
por el estambre rojo del verano
para contarte ríos de perfume,
cabellos rubios y país de nardos.
Tu niño preferido -¡si lo vieras!-
es el alma de un ciego que pena entre los cactus.
Es hoy el otro, el sin reír, el pálido,
rabioso jardinero de otoños enterrados.

¿Y sabiendo esto lo quisiste tanto?
¿Lo acostumbraste al mar,
al sol,
al viento, para que hoy ande respirando asfixias
en un pozo de náufragos?
¿Para esta pobre condición de niebla
defendiste su luz de enamorado?

Poesía, no quiero este camino
que me lleva a pisar sangre en el prado
cuando la luna dice que es rocío
y cuando mi alma jura que es espanto.

Poesía, no quiero este destino.
Llévate tus sandalias.
¡Devuélveme mis manos!

El final de la historia lo dirán las estrellas
y las hojas que cubren mi sueño sepultado.


De: “Poemas bajo tierra”

 

CONCHA MÉNDEZ


 

Ancho es el mar; él ha de separamos...

 

Ancho es el mar; él ha de separamos;
quedarán nuestras almas enlazadas.
Como un último retrato, en nuestros ojos
impresas lucirán nuestras miradas.

El barco en que he de ir está en el puerto;
a éste seguirá otro en que tú vayas.
Te esperarán mis brazos, no se en dónde...
tal vez en algún puerto... en una playa..!