viernes, 16 de junio de 2017


PABLO GARCIA CASADO


  

Número nueve



quise borrar las huellas de aquel cuerpo
limpié con táifol el lavabo los restos
del afeitado corrieron por el desagüe

quise borrar la cita en el centro la puesta
en escena el vestido corto sus buenos modos
el beso a la salida del restaurante el sí

el día después la frialdad del desayuno


De: "Las afueras"


JOSE MANUEL ARCE




Epigrama para Casia



Conmigo, en el amor, mi dulce Casia
es más que Cicerón en la tribuna:
conoce los secretos de la cama,
es entusiasta y única.

Mas su torpe marido
la olvidó y sólo busca cortesanas de puerto.

Qué sabio fue quien dijo
que no es la margarita para el cerdo.



ALAÍDE FOPPA




Señor, estamos solos...



Señor, estamos solos,
Yo, frente a Ti:
Diálogo imposible
Grave es tu presencia
Para mi solitario amor.
Escucho tu llamada
Y no sé responderte.
Vive sin eco y sin destino
El amor que sembraste:
Sepultada semilla
Que no encuentra el camino
Hacia la luz del día.
En mi pecho encendiste
Una llama sombría
¿Por qué señor,
no me consumes entera,
si no hay para tu amor
otra respuesta
que mi callada espera?


JORGE GAITÁN DURÁN




Valle de Cúcuta



Toco con mis labios el frutero del día,
Pongo con las manos un halcón en el cielo.
Con los ojos levanto un incendio en el cerro.
La querencia del sol me devuelve la vida
La verdad es el valle. El azul es azul.
El árbol colorado es la tierra caliente.
Ninguna cosa tiene simulacro ni duda.

Aquí aprendí a vivir con el vuelo y el río.




EFREN REBOLLEDO




Reliquia

A mis amigos los redactores y dibujantes
de la Revista Moderna de México.



Me llevé el deslumbramiento
De tu blanquísima tez,
Y en mis manos voluptuosas
La sensación de tu piel,
Y recordaba tu imagen,
Acordándome también
De las liras, de las ánforas
Y de las alas, tal vez,
Porque remedan contornos
Y gálibos de mujer,
Y en la noche saturada
De tu memoria, soñé
Que era un escultor de Atenas,
Y que estaba en un taller
Lleno de hermosas estatuas
Del Arte y la Forma prez,
Y que tú estabas desnuda
Y mi labio era un cincel,
Y que pulía tu cuerpo
Muriéndome de placer
Desde tu bendita frente
Hasta tus divinos pies.


De: “Hilo de Corales”



MIGUEL ÁNGEL FLORES




Altanoche



Plantada de soles en su dorso
En ardiente soledad los espíritus
Marcaban la vaguada del valle silencioso.
El Central con sed de sangre
Hacía girar los engranajes sin lubricante
Y ductos ruinosos vomitaban pesadillas
Rayadas de dolor con gritos sin ecos.

Fuego sin reposo del mediodía.
Fuego de una ciudad ya sin tiempo.
Y también allí un paraíso
Detrás de altos muros de artificios
Que rodean el vejado jardín.
Un aliento de verano sacude las ramas
Que acarician un cielo también ajeno.
Se asoman al pozo hombres sin rostro
Y con almas arropadas de sol.
El flamboyán tiende su cerco
De luces y astros vegetales
Y no era escasa la cosecha de cruces.

Cesó ese coro con su algarabía.
Se apagó un firmamento de voces.
Ni música ni ruido
Habrá de perturbarnos.
Despierto ya en altamar del sueño
Abandonadas ya las dársenas de la muerte
Tal vez a otra muerte ingresemos.



De: “Pasajero de sombras”