domingo, 28 de abril de 2013

ANA MIRAVALLES


  


Profesora de canto:



- “De aire,
hay que hacer un colchón
de aire en los pulmones
hay que darle
dirección compactarlo
mandarlo
todo
para adelante
que salga.
Ese es
en definitiva el único
material que tenemos”.

De la serie “Conversaciones”


SERGIO GARCÍA ZAMORA





Ventajas de la poda



Las muchachas cortan sus cabellos
Con la esperanza del renuevo.
En un tiempo la cosecha segunda
Fue tan vasta como el primer corte.
En un tiempo el pordiosero
Cortó nuestro césped
Por la baratija de su alcohol.
Ciertos animales podados en luna nueva
Son ahora más dóciles, más nuestros:
Los gallos de la lidia,
Perfectos como águilas de patio,
El perro desorejado,
El toro nocturno que amanece buey.
Ciertos frutos tomados en menguante
Alcanzan la real maduración.
Así, de lo infértil y demasiado
Podan tu vida hasta que parece bella.
Quien haya perdido una mano
No servirá en el ejército.



RAQUEL LANSEROS






Paradoja



Mis amigos hacen arder sahumerios
releen libros de mantras
decoran sus paredes con letras orientales.
La mayoría ortodoxa
tiene clase de yoga tres veces por semana.

La última Navidad
abogué por frenar
la cota de consumo irresponsable.
Soy un pobre aprendiz de budista.
Fabriqué mis regalos artesanalmente
reciclando residuos imaginativos.
¡Qué triste desengaño! Esta iniciativa
distó mucho de hallar el éxito esperado.
Se siguieron prendiendo
veinte velas a dios y dieciocho al diablo.
No conseguí sino un escaldamiento.

Desde entonces
los mismos que predican una existencia zen
me acusan de tacaño.



ESPERANZA ORTEGA






En un árbol escrito



Nunca nada de ellos te había conmovido,
ni siquiera sus nombres.
Recogías del suelo
a veces una hoja desprendida a tu paso,
la mirabas ausente
con tosca indiferencia,
segura de su verdor, que iba a responder
con el silencio suyo a tus preguntas, ¿cuándo?

Debajo de sus copas pasó el amor contigo
y aspiraste el perfume
de su hospitalidad ensombrecida,
mas no leíste nunca
su caduca escritura,
los trazos del reflejo inestable del sol
en la sombra que era de tus sueños cobijo.

Ahora no responde, ahora te interroga:
¿desde dónde ha caído esta hoja amarilla
sobre el papel en el que escribes?

Y mientras se deshace
en tus manos su escuálido esqueleto,
le contestas que has visto esta mañana
al mirar a tu hijo
-que de repente es alto, tan alto como ellos-
la esbeltez de sus troncos,
que en su vello incipiente hay restos de resina
e intuyes en sus labios un sabor de raíces.

¿Lo recuerdas ahora? Ése era el mensaje
perenne, de aquella escritura:
en ti había un árbol,
de su copa ha caído esta hoja amarilla.
El árbol que ha brotado de la alfombra invisible
de las horas de espera,
aquél en el que añoras llegar a cobijarte,
bajo la sombra tuya,
junto al tronco soñado
en cuyo cerne estaba escrito este poema.

De "Lo que va a ser de ti"




NATALIA LITVINOVA






Nada




Hinchados los márgenes con el devenir

ojos arrancaron mi cara ante el infinito

mientras nada era propio.

¿Acaso nada es lo único propio?

mi nombre nada

mis restos nada

el ojo nada siempre nada

Aquí no estoy,

este cuerpo no es el que será,

esta boca besa lo desposeído.

-Salvemos al lúgubre,

al que no tiene pupilas

me dijo,

yo escuché nada.

La poesía se vio la cara

y era mía la cara y lo que vio

-Ya verás,

te daré cielo en versos prolongados

me dijo,

mientras yo no tenía ojos

mientras entendía nada.


Del libro inédito “Lengua esteparia”




FRANCISCO HERNÁNDEZ





43


Las flores se cierran cuando tropiezo.
Debo verlas de lejos o esperar a que el pensamiento se acerque a ellas y vuelva con algo de su forma o su perfume.
Pero hay ocasiones en que el pensamiento se aleja durante días y la desesperación me lleva a colgar mis tobillos de la rama de un árbol.
Así las flores se abren y el pensamiento regresa nuevamente a mi cabeza.

De “Una isla de breves ausencias”