jueves, 28 de noviembre de 2024

PATRÍCIA LAVELLE

 

 

 

Nominar

 


Un crujir de alas en la palabra

cambia

de este lado de toda metamorfosis,

 

Adília Lopes dice:

 

“Mi Musa antes de ser
mi Musa me avisó
cantaste sin saber
que cantar cuesta una lengua
ahora te voy a cortar la lengua
para que aprendas a cantar
mi Musa es cruel
pero no conozco otra”

 

La barbarie de las transmisiones y de las pérdidas cortó aquí y allí partes de la historia que el poema de Adília subvierte y disloca, muchos siglos después de Ovidio y de la voz medieval anónima que se esconde en el nombre Chrétien de Troyes. De la fábula de Esopo, vestigio aún más antiguo, sobró una conversación entre Procne y Aedón la Golondrina y el Ruiseñor, en la mayoría de las traducciones. Pero antes de figurar el arte épico de los aedos, Aedón designaba otro pájaro de mentón rojo-sangre e hilo frágil de voz en un canto entrecortado, el tordo. El corte, anterior al cuento, escindió el mismo nombre en dos aves.

 

“Yo vacilo, decía Safo, pues siento un doble pensar en mí”.

 

En la lengua cortada de la poeta, una ausencia vacilante

nomina el corte en el canto

el canto en el

corte

la musa

en la plántula.

 

Filomela

es aquella que ama el canto

como la filósofa;

busca el saber

y la filóloga,

las bellas palabras

en sus palimpsestos

 

Versión de Jesús Montoya 

De: Sombras Longas

 

 

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