sábado, 11 de septiembre de 2021

LUIS ALONSO CRUZ

  

 

I



Y ahora aparece este satori
que se puede tocar
como esta pared.

Un reloj
esparce ondas
y todo lo que era pasado
se hunde en un barro azul.

Es hora,
todo vuelve a nacer.

Esta quietud de lo inacabado
como el día eterno,
es este satori a punto de explotar.

La explosión y la paz.
El reino de la total quietud
en esta infancia –vegetal–
que es
como un niño de azúcar,
que juega con números sagrados
y hace figuras
con las sombras.

Transforma la noche
entre sus dedos.
En el intento
concibe al mundo como un animal de laboratorio.

 

De: “Jardín mecánico”

 

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