Venganza
Perra
Esta
noche,
meteremos
los perros a la alcoba,
les
prestaremos
las
sábanas, la almohada,
la
lámpara de tenue luz
y el
pudor tejido en los prejuicios.
Mientras
pretenden dormir como la gente
tú y
yo tomaremos el
patio por asalto:
ladridos
al gato del vecino,
a la
luna
y a
la titilación absurda de los grillos.
Con
los dientes
romperemos
la cuerda que ata los instintos:
no
ser hombre y mujer:
ser
hembra y macho;
antes
y después de amarnos
moveremos
el rabo
para
espantar lo que quede en la cordura.
Y
después, ya satisfechos
dormir
el uno junto al otro
lamiendo
agradecido tus orejas,
y
cuando el sol dibuje nuestras sombras
ir a
rascar la puerta en la cocina:
algún
buen hueso quedaría en la cena.
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