jueves, 9 de septiembre de 2021

LAURA CÁRDENAS

 

  


Adiós

 

 

1

Te tocas. La adolescente que hay en ti te toca. Piel
tersa, tacto que no es igual a otro. Te oyes, lentamente,
profundamente, te oyes, rascando las piedras. Tus uñas
vigorosas. Tu lengua fuerte. Tus dientes.
Te tiendes en el pasto y sientes el sol penetrando en cada
uno de tus poros.
¿Y qué de los sueños? los grandiosos. Del dolor, el grandioso.
Se fueron. Te basta el límite abismal de tu cuerpo, de tu
propio cuerpo. Acaricias tu vientre redondo, hueco, redondo,
hueco, tus piernas. Te ves en un espejo. Tu cara. ¡Por fin!

 

 

2

El parto de ti misma se retarda. Lo retardas. Tú, tu
miedo lo retardan. Mira, respira afuera, llénate de afuera.
Equilibra tu yo. Equilíbralo. Rómpete. Rómpete. Sal, permite
que entre. Sal permite que entre… Sal.

 

 

7

La rotura debe convertirse
en cicatriz, no en gangrena.

 

 

9

Sientes
tus brazos, tus piernas, tu boca
tienen un por qué, porque sin
soluciones
Ser.

 

 

12

Todo comienza y termina con lo mismo.
Un atardecer en medio de la noche y del día.
Las alas de la mariposa se han vuelto duras,
como un capullo que vuela.

 

 

13

De veras, la tierra es negra.

 

De: “Perseguido olor a casa”

 

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