El
sol del membrillo
(Habla
Antonio López)
I
El
color es un mar.
Membrillos
y geranios.
Hay
un pulso de brisas
sostenido
en el aire.
De
la sombra es el juego
y
atardece despacio.
Vibra
un ritmo crucial,
de
todos y de nadie.
II
Nada
es sombra de mí,
hay
nostalgia en el árbol.
El
pulso se mantiene
sostenido
por alguien.
Al
sol dan los membrillos
un
olor y un espacio.
La
mezcla está en las cosas,
las
dudas ya no caben.
III
El
pincel se detiene
en
recuerdos extraños.
Ya
no espero que surja
nada
más adelante.
Soñaré
cuando suene
su
arpegio entre mis párpados.
Es
octubre y aún vibran
membrillos
por las tardes.
IV
He
medido las hojas,
pero
no el descalabro.
Pintor
es el otoño,
porque
es vida y ¿quién sabe
si
lo mío es concepto?
¿quién
podría negarlo?
Llueve
fuerte y el viento
va
dejando su parte.
V
Pintar
es aventura
desde
el lienzo hasta el marco.
Lo
esencial son las luces,
el
pintor no es la clave.
No
siempre los deseos
se
convierten en cuadro.
Ya
veremos mañana.
¡Salgamos
a la calle!
De:
“Trece escalones”
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