jueves, 11 de diciembre de 2025


 

REYES GUILLÉN

 

 

Efímero masculino

  

Recorren largas distancias,
largas charlas en los bares
para no ser distancia.

Esperan toda la noche
en busca de la más perfecta
y remota madrugada.

Corren a gran velocidad
lo noto en sus ojos, desorbitados
y en la locura de su mirada, frenética.
Ansían llegar
y no ser ellos.

Navegan en ríos de saliva,
se guían por el olfato,
buscan el perfume más intenso
que los pierda.
Quieren tocar fondo.

Se embarcan en los flujos y corrientes
más profundas.
Quieren estallar, estallar y olvidar.

Y estallan
y olvidan
y la mañana los levanta inciertos
desconcertados, extranjeros en su cuerpo.

Y se van, remotos,
más remotos aún que cuando llegaron.

Y recorren largas distancias
en los días, en las noches,
y hay tanta fuga en sus miradas
que se diría que quieren morir lejos,
muy lejos.

Pero no, no es eso,
quieren marchar,
tocar el infinito
y volver.

Y vuelven,
la elipse de su deseo los arroja de nuevo
a esta orilla,
al lado más oscuro de la noche.

Traen un extraño temblor entre sus manos
y un terror renovado en sus miradas.
No entiendo su espanto enfurecido,

cuando me miran y no se acercan.
cuando me miran y se van.

Una vez más
la inefable voracidad de la mecánica celeste
los arranca de mi lado.

Se deben a sus órbitas fijas.

 

MARITZA CINO ALVEAR

 

  

recuerdo
cuando la abuela me hablaba de la inmortalidad del
cangrejo
la eternidad me sabía a crustáceos
cuando no era tiempo de veda
cuando la vida era breve
mi pensamiento volaba detrás de los duendes
al arte de amar
en los brazos de nadie
envuelta de sueños en una escalera vacía
donde todo era extraño
como el caminar del cangrejo
como el caparazón sazonado
bajo el tragaluz de la infancia

 

 

ALLAN BARRERA

 

 

Nada que perder

  

Poeta:

San Salvador es un destino terrible,
incluso para los muertos que habitan el silencio
de nuestros sueños. Incluso para nosotros
que ya no tenemos nada que perder
ni siquiera la angustia

nada.

 

 

FERMÍN HERRERO

 


 

Sin cumplir los tres años, mientras estamos
viendo en vídeo Bambi, va y suelta: hay un fallo
porque, si es primavera, cómo no canta
el cuco. En la pantalla, parejas de animales
besándose, me mira, pero, aturdido, no puedo
responderle. Lo libre es la verdad, sin artificio
ni argumento impostado. Su intuición va
más allá, me descubre; el otro día me dijo
junto al río, también de sopetón: al cuco
le gusta cantar lejos, por qué se esconde.

 

-VERSUS DISNEYLANDIA-

 

De: “Endechas del consuelo”

 

 

SUSANA SZWARC

 

 


Llaves (de la memoria)

Que no se cansen los árboles
de darme su sombra
de darte
su sombra
-su viento.

Que no canse su mecer
de cuerpos
que leen
¿qué leen?
para que –otra vez-
mis ojos tus ojos
repasen el cielo
lean
azul
azul celeste
azul eléctrico
tremendamente gris
también mi voz te diga

te vuelva a decir
te envuelva su moverse

Que la palabra se asome
asombre
cada vez
que todo eso
que tanto
porque sí
nos habla.

 

De: “El Libro (no) de los Salmos”

 

 

VÍCTOR RUIZ POLANCO

 


 

Hasta donde la vista alcanza, el sol
calcina una extensión de siembras.

La marquesina del interurbano
ofrece escasa sombra
y un mapa en el que no se lee ya casi
«red de transporte metropolitano»:

la luz
ha reducido a ocres sobre amarillos
las líneas de los buses en el plano.

… Buscamos el camino en Google-Maps.

(excursión.)

 

De: “Plano de una ciudad”