recuerdo
cuando la abuela me hablaba de la inmortalidad del
cangrejo
la eternidad me sabía a crustáceos
cuando no era tiempo de veda
cuando la vida era breve
mi pensamiento volaba detrás de los duendes
al arte de amar
en los brazos de nadie
envuelta de sueños en una escalera vacía
donde todo era extraño
como el caminar del cangrejo
como el caparazón sazonado
bajo el tragaluz de la infancia
No hay comentarios:
Publicar un comentario