Fragmento
inédito de Sócrates
Yo sólo sé que nada sé del espejismo
llamado tu mirada:
febril como la sed
el pensamiento busca saciedad,
la saciedad inalterable.
Pero la
calma es imposible si tu mano
-cardumen de cinco peces,
rama de cinco pájaros- me toca.
-cardumen de cinco peces,
rama de cinco pájaros- me toca.
Toda la
geometría que urde la razón
se me desploma en la garganta, muda,
y como los lunáticos desvío
la cabeza hacia ti.
se me desploma en la garganta, muda,
y como los lunáticos desvío
la cabeza hacia ti.
No
pienso, sólo miro, palpo.
Y frente al templo tibio de tu cuerpo sólo sé
que no sé nada.
Y frente al templo tibio de tu cuerpo sólo sé
que no sé nada.
De: “Temporadas perdidas”.
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