"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 31 de diciembre de 2018
ROBERT DESNOS
(otra versión)
Morir ahí hermosa pavesa, morir ahí,
ver las nubes fundirse como la nieve y el eco,
orígenes del sol y del blanco pobres como Job,
no morir aún y ver durar la sombra,
nacer con el fuego y no morir,
abrazar y besar, amor fugaz, el cielo sin brillo,
ganar las alturas, abandonar la orilla
y quién sabe descubrir lo que amo
omitir transmitir mi nombre a los años,
reír en las horas tormentosas, dormir al pie de un pino
gracias a las estrellas semejantes a un número
y morir lo que amo a orillas de las llamas.
Versión de Claire Deloupy
RENATO SANDOVAL
No digas mañana
si adiós es un tiempo insomne,
la colina un alma ignota
que a duras penas
se yergue y expira,
un espolón alzado al viento
de las sombras primeras,
el río de un dios
azorado en la penumbra.
Cavo ahí
donde el aire se agosta,
el último bostezo
de una noche en cinta,
el pórtico de luz
suspendido entre la nada
y esa espuma que aprieta
al otro lado del día.
si adiós es un tiempo insomne,
la colina un alma ignota
que a duras penas
se yergue y expira,
un espolón alzado al viento
de las sombras primeras,
el río de un dios
azorado en la penumbra.
Cavo ahí
donde el aire se agosta,
el último bostezo
de una noche en cinta,
el pórtico de luz
suspendido entre la nada
y esa espuma que aprieta
al otro lado del día.
De: “Suzuki blues”
CORAL BRACHO
Como un acuario
La luz
de la tarde escoge algunas plantas
y en algunas de sus hojas penetra.
y en algunas de sus hojas penetra.
Como un
acuario encendido por sus peces;
como un fluir
de la noche
entre rastros de estrellas,
transcurre
en su quietud
la maleza.
como un fluir
de la noche
entre rastros de estrellas,
transcurre
en su quietud
la maleza.
GABRIEL ALEJANDRO PAZ
Cuanto diablo se remoja en la quebrada
Se me
ocurren pequeñas ironías al mirar mis manos hurgando
La travesura del invento que nos llevó tan lejos
Desde la patria conquistada, incondicional, parricida
Hasta la llaga labial de los héroes de la raza
Que se equivocaron de guerra pero acertaron la victoria
La travesura del invento que nos llevó tan lejos
Desde la patria conquistada, incondicional, parricida
Hasta la llaga labial de los héroes de la raza
Que se equivocaron de guerra pero acertaron la victoria
Los
hijos ya no son tan hijos lejos de las hojas
Mujeres nómadas migraron moribundas
Madres
Puentes y rutas
Permanecen abiertas
Hasta que la selva seca de púas les devuelve
Sanos y salvos amados soldados
Mujeres nómadas migraron moribundas
Madres
Puentes y rutas
Permanecen abiertas
Hasta que la selva seca de púas les devuelve
Sanos y salvos amados soldados
EDITH SÖDERGRAN
FÉLIX MARÍA SAMANIEGO
6. El león vencido por el hombre
Cierto
artífice pintó
Una
lucha, en que valiente
Un
Hombre tan solamente
A un
horrible León venció.
Otro
león, que el cuadro vio,
Sin
preguntar por su autor,
En tono
despreciador
Dijo:
«Bien se deja ver
Que es
pintar como querer,
Y no
fue león el pintor.»
domingo, 30 de diciembre de 2018
TRISTAN TZARA
Agua salvaje
los dientes hambrientos del ojo
cubiertos de hollín de seda
abiertos a la lluvia
todo el año
el agua desnuda
oscurece el sudor de la frente de la noche
el ojo está encerrado en un triángulo
el triángulo sostiene otro triángulo
el ojo a velocidad reducida
mastica fragmentos de sueño
mastica dientes de sol dientes cargados de sueño
el ruido ordenado en la periferia del resplandor
es un ángel
que sirve de cerradura a la seguridad de la canción
una pipa que se fuma en el compartimiento de fumadores
en su carne los gritos se filtran por los nervios
que conducen la lluvia y sus dibujos
las mujeres lo usan a modo de collar
y despierta la alegría de los astrónomos
todos lo toman por un juego de pliegues marinos
aterciopelado por el calor y el insomnio que lo colora
su ojo sólo se abre para el mío
no hay nadie sino yo que tenga miedo cuando lo mira
y me deja en estado de respetuoso sufrimiento
allí donde los músculos de su vientre y de sus piernas inflexibles
se encuentran en un soplido animal de hálito salino
aparto con pudor las formaciones nubosas y su meta
carne inexplorada que bruñen y suavizan las aguas más sutiles
los dientes hambrientos del ojo
cubiertos de hollín de seda
abiertos a la lluvia
todo el año
el agua desnuda
oscurece el sudor de la frente de la noche
el ojo está encerrado en un triángulo
el triángulo sostiene otro triángulo
el ojo a velocidad reducida
mastica fragmentos de sueño
mastica dientes de sol dientes cargados de sueño
el ruido ordenado en la periferia del resplandor
es un ángel
que sirve de cerradura a la seguridad de la canción
una pipa que se fuma en el compartimiento de fumadores
en su carne los gritos se filtran por los nervios
que conducen la lluvia y sus dibujos
las mujeres lo usan a modo de collar
y despierta la alegría de los astrónomos
todos lo toman por un juego de pliegues marinos
aterciopelado por el calor y el insomnio que lo colora
su ojo sólo se abre para el mío
no hay nadie sino yo que tenga miedo cuando lo mira
y me deja en estado de respetuoso sufrimiento
allí donde los músculos de su vientre y de sus piernas inflexibles
se encuentran en un soplido animal de hálito salino
aparto con pudor las formaciones nubosas y su meta
carne inexplorada que bruñen y suavizan las aguas más sutiles
De nos oiseaux
Versión de Aldo Pellegrini
ABRIL MEDINA
Te daré la espalda
querido
veneno ahora que grito
Qué
había de mi aquí!
quiero
dormir un sueño muy largo
estoy
cansada
he
estado cansada salvo en el sueño
sé que
olvidaré estas líneas
lo sé
pero si
no las olvido
¿beberé
acaso
ávida
de reflejos
su
pobre analogía?
ah
querido veneno
glorioso
áspid de Ángel
¿te daré
la espalda por un abuso de terror?
y a la
noche
oh
jodido éxtasis de la noche!
un voto
más de ineficacia por omisión
ALEYDA QUEVEDO ROJAS
Nido de cobra
Nada
tan perverso como una tormenta de polvo
En mí
había una bella iguana
tú la
fuiste asesinando
como si
pisaras nidos de cobras
Así en
el caos que somos
has
ganado todas las guerras
hasta
dejarme sin piel
ni
genitales
Satisfacción
que encuentra paz
quemar
y quemarse
en la
energía necesaria de la maldad.
De: “Espacio vacío”
CARLOS ERNESTO GARCÍA
Yo no tengo casa
La
mitad de lo que amaba ya no está conmigo
Unos (casi todos) se han quedado
Otros simplemente partieron
Unos (casi todos) se han quedado
Otros simplemente partieron
Mi
hermano urgentemente me escribe de México:
La casa se derrumba
hay que venderla
y pienso:
es qué aún tenemos casa?
La casa se derrumba
hay que venderla
y pienso:
es qué aún tenemos casa?
Mi padre
se quedó sin comprarse aquella camisa
o aquél pantalón que tanto le gustaba
sin ir al cine los domingos
sin viajar al país con el que tanto soñó
y se conformó con visitar un parque
en donde mirarle el rostro al caballo
y al general que lo montaba en una estatua
Todo por comprarnos una casa
Una pequeña y modesta casa donde vivir
y a la que hoy solamente se le ocurre derrumbarse
o aquél pantalón que tanto le gustaba
sin ir al cine los domingos
sin viajar al país con el que tanto soñó
y se conformó con visitar un parque
en donde mirarle el rostro al caballo
y al general que lo montaba en una estatua
Todo por comprarnos una casa
Una pequeña y modesta casa donde vivir
y a la que hoy solamente se le ocurre derrumbarse
Por mí
que se derrumbe si quiere
Si la mitad de lo que amaba ya no está conmigo
si los niños no se amelcochan frente a la ventana
y si a mi hermana se le quebró la sonrisa frente al espejo
aquella terrible noche de junio
antes de la tormenta y el canto del gallo
si el llanto metálico de un niño
no me provoca una tremenda ternura
que haga nacer una canción de amor entre mis manos
por mí que se derrumbe;
y que vuelvan a construir un día si quieren
pero será sobre cenizas
que se derrumbe si quiere
Si la mitad de lo que amaba ya no está conmigo
si los niños no se amelcochan frente a la ventana
y si a mi hermana se le quebró la sonrisa frente al espejo
aquella terrible noche de junio
antes de la tormenta y el canto del gallo
si el llanto metálico de un niño
no me provoca una tremenda ternura
que haga nacer una canción de amor entre mis manos
por mí que se derrumbe;
y que vuelvan a construir un día si quieren
pero será sobre cenizas
Mi voz
no vibrará más en sus paredes
Tus cartas de amor Mariana
no llegarán con su olor a perfume hasta mis manos
Al caer la Navidad estaré siempre lejos
y solitarias habitaciones poblarán la casa
que según cuenta mi hermano en su carta:
ya perdió sus primeros cristales
no vibrará más en sus paredes
Tus cartas de amor Mariana
no llegarán con su olor a perfume hasta mis manos
Al caer la Navidad estaré siempre lejos
y solitarias habitaciones poblarán la casa
que según cuenta mi hermano en su carta:
ya perdió sus primeros cristales
Está
bien
que se derrumbe si quiere
si es así
olvidarla será mi venganza
porque yo hace tiempo
mucho tiempo
que no tengo casa.
que se derrumbe si quiere
si es así
olvidarla será mi venganza
porque yo hace tiempo
mucho tiempo
que no tengo casa.
ERVEY CASTILLO ALCUDIA
Bien lo sabes
No
siembras una flor para que muera
pero
sabes que sí
pero
bien sabes
y al
dormir por la noche
se te
olvida.
JULIO CÉSAR TOLEDO
Anterior al otro
ESTOY VACÍO.
Todo en mí es un silencio prolongado.
Ahora puede venir un niño y llamarme por mi nombre
o con cualquier balbuceo
que me haga temblar.
sábado, 29 de diciembre de 2018
ROGER SANTIVÁÑEZ
Adonáis
1.
Lienzo lamido lexus puedo contemplar
Purísima aparición religiosamente viva
Pace rebaño en el silencio del cordero
Visor
encarnecido rombo de rodillas
Coelis sanctus en descomposición
Coelis sanctus en descomposición
Gema
jerma ábrete corral corrido
Warike lampo cachina huida
Lámpara ampara Mara
Warike lampo cachina huida
Lámpara ampara Mara
Mármara
murmura radio futura
Hiera herida hiende tu risa
Freshca free frágil preferida
Hiera herida hiende tu risa
Freshca free frágil preferida
Frugal
aposento de la nueva especie
De: “Eucaristía”
JUAN SANCHÉZ PELAEZ
Belleza
Interrumpida mi plática, vuelvo a hablar contigo de la partida y el regreso.
Todo sucedió a vuelo de pájaro, belleza: a la
vez mundo compacto, cerrado y libre. Al abrir los ojos en la
llama fría, era un lorito ufano; te busqué de verdad, lamía en
la sombra tus huesos, santa perra. Aunque me ausentara de
ti, aunque me cubriera el ridículo, aunque estuvieras más
allá del resplandor que me envuelve; quizás cercana a la
bahía, en pleno mar de verano, en medio de las palmas reales.
De: "Rasgos comunes"
ARLETTE LUÉVANO
Sombras
son mis pasos
mis
manos apenas cansancio
y el
segundero
marca
cada tanto
negras
noches
negros
silencios
negras
noches
negros
silencios
negras
noches
negros
pasos
silencios
ERICK AGUIRRE
Miedo
Los poetas y los libertinos
también conocen el miedo.
Y lo confiesan
con ese horror simpático
destilando en sus lenguajes.
Lo confiesan
y le dan nombres distintos al del miedo,
pero no hay semejanza posible
entre una tarde gris,
un cielo extraño o lívido
y una tristeza abierta
como la boca de un muerto.
Ni los cielos son como arenales
ni las nubes de la tarde son ciegas
ni el corazón del poeta
ni el del libertino,
tienen llantos de princesas olvidadas
en el fondo de palacios desiertos.
Pero ellos
(el poeta, el libertino)
un día se cansaron de imitar al cielo,
o las nubes de la tarde
o el llanto de las princesas,
y decidieron destrozar
sus inútiles espejos
con la magia de lo invisible,
con el discreto encanto de sus miedos,
con el indecible horror de su nuevo lenguaje.
Los poetas y los libertinos
también conocen el miedo.
Y lo confiesan
con ese horror simpático
destilando en sus lenguajes.
Lo confiesan
y le dan nombres distintos al del miedo,
pero no hay semejanza posible
entre una tarde gris,
un cielo extraño o lívido
y una tristeza abierta
como la boca de un muerto.
Ni los cielos son como arenales
ni las nubes de la tarde son ciegas
ni el corazón del poeta
ni el del libertino,
tienen llantos de princesas olvidadas
en el fondo de palacios desiertos.
Pero ellos
(el poeta, el libertino)
un día se cansaron de imitar al cielo,
o las nubes de la tarde
o el llanto de las princesas,
y decidieron destrozar
sus inútiles espejos
con la magia de lo invisible,
con el discreto encanto de sus miedos,
con el indecible horror de su nuevo lenguaje.
TANIA CARRERA
Galápagos
I
Piqueros
El
bosque es un cardumen
casi
inmóvil.
Sus
danzas son apenas perceptibles.
Lo miro
desde arriba,
yo
también soy un cardumen,
en los
aires.
Quiero
adentrarme velozmente,
empaparme
de follaje.
Quiero
alimentarme
de toda
la resignación que lo circula.
II
Albatros
¿Será
que el amor
no se
da en las ramas,
sino en
el vuelo?
¿Será
que es una playa misteriosa
en donde las raíces
en donde las raíces
nunca
son
un
estandarte de fertilidad?
CATALINA GONZÁLEZ RESTREPO
Pirómanos
Personajes
que se van quemando con los días,
goteras
que caen a la fogata,
está
nevando con chispas de fuego.
No me
pidas sed
no
hagas camino con las llamas
no
juegues con las cenizas de la que soy
no
codicies mis huesos
no me
dejes el fantasma de la espera
lejana
no me ames.
Bébete
el granizo de la que seré
derrumba
las fortalezas de la muerte
hazme
tragar el sol del miedo
ahógate
con el agua evaporada de mis dedos
que
estoy bailando en el erebo
y tengo
los ojos rojos.
viernes, 28 de diciembre de 2018
MARGARITA LASO
un ceibo
que
cuida el horizonte
tiene menos orgullo
que el que orilla tus piernas
tiene menos orgullo
que el que orilla tus piernas
un
ceibo en tus piernas africanas
matará mi deseo
matará mi deseo
la
cadera cruje como un cangrejo
un
crujido en la tenaza de mis huesos
matará mi deseo
matará mi deseo
trago
de ardienteagua
un ceibo te orilla los crujidos
una huella de hollín
los vellos y tobillos
y una equis que enrosca mi cintura
un ceibo te orilla los crujidos
una huella de hollín
los vellos y tobillos
y una equis que enrosca mi cintura
una
equis matará mi deseo
De: “Erosonora”
MARÍA ROSA LOJO
Ciertas herencias
Ella
acaricia sus herencias inofensivas, sedosas como una piel: una almohada de
terciopelo donde la oración de las abuelas se arrodillaba, una trenza roja que
vivió en una cabeza de quince años, insolente como una carcajada en el lugar de
los muertos, un mantón de Manila que las antepasadas se ponían para cantar. Y
la almohada se corre bruscamente para mostrar un pozo desconocido bajo la
rótula, y la trenza le rodea el cuello, mordiéndola como una boca de amante, y
el mantón la envuelve y se la lleva, enseñándole alas para salir al mundo.
ELIZABETH SOBARZO GAONA
VI
Qué
bueno que ya te moriste tata
y empacaste contigo mis tormentas
sólo servían para arañar las ventanas de la abuela
ya dejé atrás a tu familia
sin ti no soy parte de la charca
no llevé de tu apellido en esta vida
pero quedan rasgos del cianuro en los recuerdos
y empacaste contigo mis tormentas
sólo servían para arañar las ventanas de la abuela
ya dejé atrás a tu familia
sin ti no soy parte de la charca
no llevé de tu apellido en esta vida
pero quedan rasgos del cianuro en los recuerdos
De: “Para arrullar a los ojos hormigueros”
LUIS GARCÍA MONTERO
Defensa de la política
Y qué
decir de ti,
amiga
mía,
compañera
de curso en la Universidad
y más
tarde serpiente vigilada
en las
conversaciones,
igual
que una epidemia por las calles.
Y qué
decir,
sino
que te conozco desde hace muchos años
y vivo
de tu parte.
Cuando
me arrastro solitario
por los
extremos de mi vida,
da gusto
coincidir,
hablar
contigo,
porque
después de las preguntas
y las
lamentaciones,
el
recuerdo es también palabra nueva,
y
cambiar, decidir o sentirme yo mismo
no
llega a confundirse con las ascuas
de un
asunto penoso.
Tú que
sabes reír, guardar silencio
o
retorcer canciones al final de una noche,
nunca
me fallas si te necesito.
Yo sé
que te preocupa tu futuro
y que
debes ahorrar en tiempos de imprudencia.
Por eso
te defiendo de los calumniadores.
Cuando
somos corruptos te llamamos corrupta.
Nuestra
pobre avaricia tarda poco
en
acusarte de avarienta,
y nada
es más obsceno
que
mentir en tu nombre
para
después llamarte mentirosa,
a ti,
mujer de mala fama,
que
sólo has intentado quedar bien,
abrazar
a la gente
en una
fiesta rota.
No se
puede decir que con nosotros
las
manos de la vida modelaran
una
historia de amor.
Nos
conocemos demasiado.
Pero es
verdad que alguna noche,
con las
excusas de la soledad,
subimos
juntos a tu habitación
y nos
necesitamos.
Siempre
me excita descubrir
la luz
de mi inocencia en tu inocencia,
esa luz
que apagamos
para
buscar el resplandor,
lo que
hay de entrega tímida
y de
primera vez
en
nuestro abrazo.
Y
cuando los domingos santifican
la
mañana orgullosa de este país de súbditos,
me
gusta pasear
entre
el rumor de las miradas.
Los que
viven tranquilos pueden ver en tus ojos
la
primavera de mi oscuridad,
y el
color conmovido
de un
mundo que no duerme.
TERESA CALDERÓN
Código de aguas
La lluvia
se dedicó a llover
desconsolada.
Trajo un canto perdido
y acunado en subterráneos.
Vino hiriendo
las tejas de los años
las rodillas de un niño
con ojos fijos
llegó a beber la conciencia.
Después formará túneles
crecerá por encima del ladrillo
y el agua
se esconderá en la tierra
con los muertos.
jueves, 27 de diciembre de 2018
ARGENTINA CASANOVA
La palabra I
En la
tranquilidad de las aguas de la tormenta
La noche, ese agujero negro que se expande y devora la tarde
El sol, guijarro de oro en el río celeste donde anidan las estrellas
bañadas del zargazo universal
Un enjambre de naves espaciales zambullidas en el ojo del día,
Urbes crecen en el musgo de las piedras pobladas de gigantes
El zet-zeo de las moscas interrumpe las catedrales verdes
erigidas bajo la oscuridad
El día reposa detrás del vendaval, baña las horas previas,
brizna de lluvia en la nariz de las lagartijas,
el colmillo de la tarde muerde las aguas,
la distancia la devoran las horas
El agua es la cama, es el nicho, exhalación de peces,
es el espacio donde fluyen los sonidos
el río es uno y todas, es el afluente universal de las palabras a cuyo
(vado
se erigen las ciudades, los discursos y las sentencias
su canto es el poema que nace del flujo eterno de aguas
El río es uno solo, sus aguas llenan las ciudades,
años, siglos de histórica revolución
en las calles bifurcadas en el musgo
A vera de sus aguas abrevan los poetas
Llegan las atarrayas de otros pescadores
Tiran las redes y surgen de la corriente palabras nuevas
La noche, ese agujero negro que se expande y devora la tarde
El sol, guijarro de oro en el río celeste donde anidan las estrellas
bañadas del zargazo universal
Un enjambre de naves espaciales zambullidas en el ojo del día,
Urbes crecen en el musgo de las piedras pobladas de gigantes
El zet-zeo de las moscas interrumpe las catedrales verdes
erigidas bajo la oscuridad
El día reposa detrás del vendaval, baña las horas previas,
brizna de lluvia en la nariz de las lagartijas,
el colmillo de la tarde muerde las aguas,
la distancia la devoran las horas
El agua es la cama, es el nicho, exhalación de peces,
es el espacio donde fluyen los sonidos
el río es uno y todas, es el afluente universal de las palabras a cuyo
(vado
se erigen las ciudades, los discursos y las sentencias
su canto es el poema que nace del flujo eterno de aguas
El río es uno solo, sus aguas llenan las ciudades,
años, siglos de histórica revolución
en las calles bifurcadas en el musgo
A vera de sus aguas abrevan los poetas
Llegan las atarrayas de otros pescadores
Tiran las redes y surgen de la corriente palabras nuevas
II
Todas las aguas son la palabra,
las palabras son el agua de la vida,
ésta que corre en los cuerpos y en la ausencia de todo
Algunas veces voy al río y su cauce está anegado de palabras
El río brota del verbo donde florecen los sonidos
Sus aguas bañan los pueblos, las civilizaciones
Arrastra a su paso las palabras viejas cadáveres insepultos
promesas de amantes, mentiras o confesiones
sus aguas se llevan las frases usadas y nos muestran cada día
otro significado.
ANDREA CABEL GARCÍA
[En breve cárcel]
Muera lo que
deba morir; lo que me callo.
Antonio Gamoneda
Invades
el camino,
De
punta a punta,
Como
una rueda
Y tu
nombre mastica una espera
Sentada
Sobre
el lomo de un erizo,
Con la
mirada en la puerta,
Con tus
carencias latiéndote en los ojos
Con tu
esperanza en un nombre de estómago amplio.
Y mi
necesidad de salir del borde del suelo
Para
olvidar tu abandono para acariciar por dentro
Esta
voluntad donde pende una línea
Como
una boca que se abre frente a la voz de un animal que llora.
Te
encuentro entre grandes voces semejantes a la mía
Estirando
los muros con latas rellenas de piedras
Cubiertas
de frutas secas
dulces
como el rostro de una anciana
dulces
como la mordida de una tormenta
el
camino bordeado de plantas de sed, de rostros muertos,
Mírame,
llena de puertas cerradas
cubierta
de una infancia mal curada
mírame
frágil
sabiendo
de mi tiempo como una habitación rota
como un
colchón sumiso al tiempo
a un
cuerpo solitario
nadando
entre rabia
y pudor
nadando
austero
inválido.
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