VI
Qué
bueno que ya te moriste tata
y empacaste contigo mis tormentas
sólo servían para arañar las ventanas de la abuela
ya dejé atrás a tu familia
sin ti no soy parte de la charca
no llevé de tu apellido en esta vida
pero quedan rasgos del cianuro en los recuerdos
y empacaste contigo mis tormentas
sólo servían para arañar las ventanas de la abuela
ya dejé atrás a tu familia
sin ti no soy parte de la charca
no llevé de tu apellido en esta vida
pero quedan rasgos del cianuro en los recuerdos
De: “Para arrullar a los ojos hormigueros”
No hay comentarios:
Publicar un comentario