jueves, 22 de diciembre de 2011

21 DE DICIEMBRE



FELICES LOS NORMALES

Felices los normales, esos seres extraños,
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.

Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.
Roberto Fernández Retamar



CUANDO LOS NIÑOS HACEN UN MUÑECO DE NIEVE

Cuando los niños hacen un muñeco de nieve,
Ellos no saben que juegan a Dios,
Autorizados por Dios.


Desde el seno de la cellisca sonríe el Señor,
Y aporta nuevos ramos de nieve, más blanca a cada instante,
Para hacer los brazos del ente, las orejas, la frente
De ese muñeco que acaba por erguirse en la vastedad de la nieve,
Igual que un hombre sale de las manos de Dios.


Cuando los niños hacen un muñeco de nieve,
Una vez satisfechos y plenos como el mismo
Padre de todas las criaturas,
Lo abandonan gentiles a su nuevo destino,
Y queda sorprendido de ser para siempre una sombra arrojada a la nieve,
Aquel a quien los niños dejan como un centinela perdido en el desierto.
Gastón Baquero



INTEGRIDAD

¡Cómo miraré yo el río,
que me parece que fluye
de mí!…
Dulce María Loynaz



VERSOS SENCILLOS

XXV

¡Yo pienso cuando me alegro
Como un escolar sencillo,
En el canario amarillo,
Que tiene el ojo tan negro!

¡Yo quiero, cuando me muera
Sin patria, pero sin amo,
Tener en mi losa un ramo
De flores, y una bandera!
José Martí





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