lunes, 5 de diciembre de 2011

3 DE DICIEMBRE


LOS NADIES

Sueñan las pulgas con comprarse un perro
y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día
llueva de pronto la buena suerte,
que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer,
ni hoy, ni mañana, ni nunca,
ni en llovizna cae del cielo la buena suerte.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneros,
corriendo la liebre, muriendo la vida,
jodidos los nadies, jodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no practican religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no aplican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal,
sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los nada,
los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Los nadies: los hijos de nadie...
Los nadies: los dueños de nada,
jodidos, jodidos, jodidos, jodidos...
Eduardo Galeano



ME PIERDO EN MI SOLEDAD

Me pierdo en mi soledad
y en ella misma me encuentro,
que estoy tan preso en mí mismo
como en la fruta el hueso.

Si miro dentro de mí,
lo que busco veo tan lejos,
que por temor a no hallarlo
más en mí mismo me encierro.

Así, por dentro y por fuera
se equilibra mi destierro:
dentro de mí por temor,
fuera, por falta de miedo.

Y entre mis dos soledades,
igual que un fantasma hueco,
vivo el límite de sangre
sombra y fiel de mis deseos.

Bien sé yo que en la balanza
que pesa mi sentimiento,
al platillo del temor
es al que yo más me aprieto.

Pero lo que busco en él
de tal manera lo anhelo,
que sólo quiero alcanzarlo
cuando esté libre del cuerpo.

Hoy mi soledad me basta,
que en ella sé lo que espero,
lo que por ella he perdido
y lo que con ella tengo.
Emilio Prados



RECUERDO
En la falda de una sierra
tengo plantado mi pueblo,
sus casas son todas blancas
y verde es siempre su ruedo.

En la falda de una sierra
puse yo mi pensamiento,
mi pensamiento de niño
que aún está vivo en mi pecho.

¡Ay mis noches del verano,
cuando las casas del pueblo
albergan luceros pálidos!

¡Ay madrugadas de invierno,
que de sol, de frío y de escarcha
todo mi pueblo está lleno!

¡Sésamo del tiempo, ábrete,
que quiero estar en mi pueblo!
José María Hinojosa



MI CABALLERO

Por las mañanas
Mi pequeñuelo
Me despertaba
Con un gran beso.
Puesto a horcajadas
Sobre mi pecho,
Bridas forjaba
Con mis cabellos.
Ebrio él de gozo,
De gozo yo ebrio,
Me espoleaba
Mi caballero:
¡Qué suave espuela
Sus dos pies frescos!
¡Cómo reía
Mi jinetuelo!
Y yo besaba
Sus pies pequeños,
¡Dos pies que caben
En solo un beso!
José Martí

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