jueves, 15 de marzo de 2012

VALERIA ABRIL




2


Persistentemente ese niño que ocultamos
tras las capas de los años, pugna por salir,
cuando lo logra ¡que debilitados quedamos!
con todas las inseguridades al desnudo
frágiles, débiles, fragmentados.
Apresurados tomamos trozos de experiencia,
memorias esparcidas, sin orden en el tiempo,
y tratamos de cubrirnos, como podemos,
no siempre lo logramos a tiempo,
de manera que alguien no se percate
en esa milésima de segundo,
en que la verdad, es la esencia pura,
de nuestro intrincado ser.

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