jueves, 17 de mayo de 2012

HEBERTO PADILLA





La voz



No es la guitarra lo que alegra
       O ahuyenta el miedo en la medianoche
No es su bordón redondo y manso
como el ojo de un buey
No es la mano que roza o se aferra a las cuerdas
buscando los sonidos
sino la voz humana cuando canta
y propaga los ensueños del hombre.

De "El hombre junto al mar"

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