1985
No
en el clamor de una famosa fecha,
roja
en el calendario, ni en la breve
furia
o fervor de la azarosa plebe,
la
pudorosa patria nos acecha.
La
siento en el olor de los jazmines,
en
ese vago rostro que se apaga
en
un daguerrotipo, en esa vaga
sombra
o luz de los últimos jardines.
Un
sable que ha servido en el desierto,
una
historia anotada por un muerto,
pueden
ser su secreto monumento.
Algo
que está en mi pecho y en tu pecho,
algo
que fue soñado y no fue hecho,
algo
que lleva y que no pierde el viento.
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