domingo, 11 de noviembre de 2012

OSWALDO ROSES






Si no te nombro



¡Qué poca es hoy la perfección si no te nombro,
si no llego, amor, al ansia de tu nombre
con un reclamo de candor, credo de cuerpo,
ilusión por el todo aliento, a todo hombre!

Sólo para decirlo he caminado tierras
marítimas, océanos aleteantes
y terrestres, profundas miradas que arraigan
pasión lejana hasta las primeras sangres.

¡Qué álbum descubierto es hoy esta esperanza
tras tanta amanecida al paso, tanto anhelo
que entre su avanzar se me extiende a abrazos
cuando hacia ti avanzo, cruzo tus recuerdos!

¡Cuánto primor se ha permitido, esos signos
que clamando temblaron más por el crepúsculo,
por una lágrima inmortal, por una sombra
en la secreta y musical niñez del mundo!

Pero... porque ya estás en mí vale y me basta,
y con eso las flores valen sus aromas,
no sé olvidarlo, porque no, no sé matarlo,
contiene esas formas.

Tú eres lo que nombra lo que es un autillo
o un río o un enamorado que los lleva,
los fértiles presagios, los rumbos por algo,
así las cosas -por su afán-, así se aferran.

Como tú eres es tu nombre que no cansa,
ofrenda de la luz, dulzura que es de niña
y con ella vas como el que entra en su causa
rezándoles a los silencios y a la vida.

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