martes, 7 de mayo de 2013

FRANCISCO HERNÁNDEZ




  
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Los remolcadores se hunden, mas no desaparecen.
Cuentan con bodegas de rabia estas embarcaciones.
Muerden a quienes flotan simulando estar muertos
y ahogan a quienes nadan simulando estar vivos.
Vapores, canoas, balsas, juncos:
Sin naufragios la existencia carece de sentido
y dentro de las calderas se acumulan rampas
de donde zarpan zarpas.

De “Una isla de breves ausencias”

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