Café
la marquesina
Asistiré
al desastre de mi patria
ANACREONTE
Asistir
al desastre de la patria
cuando
uno es la patria:
muchacho
que se contempla
en
el cristal de los comercios
y
se arregla la camisa, el pelo un poco;
joven
animal turbado
en
los espejos de algún bar, de algún hotel.
En
los bajos del teatro La Caridad,
los
locos, los pordioseros piden caridad
a
turistas sentados en La Marquesina:
gente
que bebe sus mojitos
y
mira pasar espléndidos cuerpos.
Con
extranjero te habrá confundido
la
vieja que pedía en inglés
para
el almuerzo, para el nieto siempre.
Hasta
ayer vivías como Anacreonte,
el
anciano cantor del vino,
griego
que pensamos
solo
conocía los placeres.
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