viernes, 20 de septiembre de 2013

ELVA MACIAS




Pregunta a Herodías y Salomé


En el afán de conservar reliquias
el cuerpo destrozado de Juan el Bautista
se dispersó desde el Oriente medio.

En Armenia se venera un dedo
de su cuenco bautismal.
Se dice que en Milán reposa un fémur
y en la antigua catedral de Damasco
–ahora una mezquita–
está enterrada la cabeza
más evocada de la historia.

¿Dónde el pubis que sostuvo
su sexo codiciado hasta el delirio?

De “Caravanas en riesgo”



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