jueves, 31 de octubre de 2013

EVA MURARI




LA CIUDAD se vuelve amarilla,
blanca y celeste
en la luz de la tarde.
Abro la ventana.
Miro un libro de Hopper que me prestaste
y pienso que tal vez me presientas
sentada en el sillón
a través de las cortinas que la brisa mueve.


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