miércoles, 5 de febrero de 2014

JAVIER VICEDO ALÓS

  

Kind of grey


Inmóvil frente al curso de las horas
eres cuerpo enfrentado de silencio.
La tarde es un bostezo desbordado,
una larga avenida de carencias,
un horizonte que se desmorona
–ninguna luz que escape de su estricta mecánica–.
Cada amigo naufraga en su quietud.
Los libros y la música entristecen
como notas de lluvia en el silencio.
Ni aquellos labios suyos –parece– salvarían
tu figura del gris precipicio de las horas.
Eres esta intención informulable,
esta infame verdad del desconcierto:
un hombre oscuro que busca quebrar
la presencia estancada de la tarde,
y que cansado de ser hombre no sabe cómo.
Sin embargo parece que algo esperas.
Quizá estés esperando esa llamada imposible
que invite a los oficios olvidados:
las alquimias capaces de fundir
fuego, labios, altura y vida.
Pero nada acontece mientras tanto,
únicamente unas palomas
picotean en la baranda
los pedazos de tedio de la tarde:
los restos de tu vida sin proyecto.



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