miércoles, 12 de marzo de 2014

ENRIQUE GRACIA TRINIDAD



  
1. Gato de Ursaria, el indolente



Hacer, hacer, hacer... Gato de Ursaria
decidió que era tiempo de no hacer.
Mientras sus convecinos se afanaban
en subir o bajar
muebles,
asuntos,
precios,
escaleras;
cambiar todo de sitio sin descanso:
objetos, esperanza, amor o ropa,
agitándose siempre,
nerviosos,
obstinados,
imparables,
Gato de Ursaria, el indolente,
se refugió a la sombra de un tejo centenario
(sabido es que esa oscuridad callada
es dulce y venenosa como un beso
y otorga a algunos hombres la locura
de conocer el nombre de las cosas) 

Sintió los mágicos efectos
de aquella sombra única
pero no quiso pronunciar palabra.

De "Sin noticias de Gato de Ursaria"



No hay comentarios:

Publicar un comentario