martes, 29 de abril de 2014

AÍDA CARTAGENA


 

No ha caído en mis ojos para
saberle forma 

 

 

Que no hay más Dios que Dios,
y su profeta Iñigo es.
Unamuno

 

 

Creo sin creer en ti. En busca de mi Dios

me hallé pequeña y grande. No conozco a Iñigo, ni tengo

más profeta que mi Canto.

Estoy como una ola desmelenada en mares,

verdosa arena perdida en tus caminos.

En retozo de nubes.

 

No tengo más creencia

que la que cabe en la desorbitada

imagen de mi izquierda.

Dios quedaría sin palabras.

No ha caído en mis ojos para saberle forma,

pero lo siento vivo como la risa fresca.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario