No ha caído en mis
ojos para
saberle forma
Que no hay más Dios que Dios,
y su profeta Iñigo es.
Unamuno
Creo sin creer en ti. En busca de mi Dios
me hallé pequeña y grande. No conozco a Iñigo, ni tengo
más profeta que mi Canto.
Estoy como una ola desmelenada en mares,
verdosa arena perdida en tus caminos.
En retozo de nubes.
No tengo más creencia
que la que cabe en la desorbitada
imagen de mi izquierda.
Dios quedaría sin palabras.
No ha caído en mis ojos para saberle forma,
pero lo siento vivo como la risa fresca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario