lunes, 12 de mayo de 2014

SUAD MARCOS



 

Carmesí

 

 
En mi cuerpo
caracolas desbordan oleajes.

Jadeantes las palabras se extienden
de su boca a mis senos.

Sus labios atrapan las gaviotas,
las auroras,
las ausencias.

Límites de deseo rebasan la noche.

Las entrañas alcanzan instantes
entrelazados a un ocaso indeleble.

La añoranza persigue utopías escarlatas.

Promesas serpentean mis amaneceres.
 

 

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