Detrás
de tu sonrisa liviana se adivina
tu ánima ardorosa
como en abril, en tarde tempestuosa,
brilla el ocaso de oro detrás de una glicina.
tu ánima ardorosa
como en abril, en tarde tempestuosa,
brilla el ocaso de oro detrás de una glicina.
De "Las acacias salvajes"
Versión de José Agustín Goytisolo
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