martes, 4 de agosto de 2015

JULIA GALEMIRE


 

Aunque no se comprenda



En la época aceptada vivimos
en los cercanos remotos días
la soledad desnuda certudumbre nos trae
su leyenda de insólitas penumbras.
En su ronda de epitafios y dioses retorna
cotidiana para alcanzarnos su ciclo de
innominada desvergüenza. El ser se destruye
ante ese acoso que formula un idioma de
afrentas ¿cuáles son sus leyes?¿cuál es
su desarrollo para entregar el alimento de
los sueños?¿es esa atmósfera nueva un
lugar de grandes culpas? ¿o helechos
invadiendo habitaciones? ¿un arcón de
cenizas o las llamas de un estuche? Todo es
un espacioso espíritu exhausto de sombras
que nos entrega su homenaje nuestra propia
eternidad aunque no se comprenda.
 

De: La Escritura o el sueño

 

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