NO BUSCARÉ EN TU MANO LA TRISTEZA
que
hacia la gran tiniebla te remonta.
Porque
un día vendrán todos los vientos
reclamando
tu música increíble.
La
lluvia pedirá todas tus voces
para
viajar detrás del arco iris.
Sorprenderá
la tierra el continente
invicto
donde ocultas tus jardines...
y las
grandes cortezas solitarias
envolverán
el árbol de tu vida.
Desfilarán
todas las manos muertas
y
ante tu asombro implorarán ternura.
Pero
yo guardaré de tu mirada
los
enigmas de mundos imprevistos,
que
aquella tarde arrebaté a la muerte.
De: Todo se deja así
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