lunes, 2 de noviembre de 2015

GILBERTO OWEN



  
13. El tranvía



A esta hora ese telegrama amarillo
ya sólo trae malas noticias:
un hombre, yo, tan agobiado...

¡Cómo abre -¡qué lívida!-
sus ventanas, leyéndolo, mi casa!


De: Desvelo


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