miércoles, 20 de enero de 2016

ADALBERTO GARCÍA LÓPEZ



  
Al viejo Luca



Qué motivo había, viejo Luca,
Para que fueras dardo
A tan altas horas de la jornada

Grítame cuál es la frontera de este mundo
Tú, a diferencia del pelícano, no fuiste ciego:
Por tus ojos desfilaron pedazos de tu vida
El mismo cielo, distinto río

Qué motivo, viejo Luca,
Acaso el amor no pobló salvo el filo del Sena
Y la soga y el cuchillo y la corbata

(Cerca de donde reposó tu cuerpo
Hay un judío, amigo tuyo, que canta en ninguna lengua:
Dale mis saludos)




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