La
respuesta.
Siempre
estás donde la aurora
y
alumbras con rayos de ternura.
Recorres
los días del silencio,
y
regresas al principio...Cuando llegas
al
final
siempre
estás.
Cerca
o lejos no importa
sólo
la loca osadía de enamorarse,
hasta
los ángeles expanden sus alas
y
regresas al principio cuando llegas...
al
final
siempre
estás.
Hasta
los sueños que no soñamos
cuando
contando los rayos de la luna
descubres
el manto negro del rostro
y
regresas al principio cuando llegas...
al
final
siempre
estás.
Donde
la aurora revive cada día
tan
cerca de los dedos blancos
y te
escurres hacia la nada, eterna
y
regresas al principio cuando llegas
al
final
siempre
estas.
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