Ventana
al crepúsculo y al campo
A la
hora en qué está muriendo el día
en regalada paz y luminosa,
siento subir el ánima olorosa
del verano del campo que se enfría.
en regalada paz y luminosa,
siento subir el ánima olorosa
del verano del campo que se enfría.
¡Tarde,
playa del mar constante y pía!
Nave del corazón: al fin reposa.
Salte, alma, como una mariposa,
a temblar en la luz que se desvía.
Nave del corazón: al fin reposa.
Salte, alma, como una mariposa,
a temblar en la luz que se desvía.
Yaces,
amiga, sobre la ventana,
por donde nuestra lenta vida mana
hacia el ocaso, hacia la inmensidad.
por donde nuestra lenta vida mana
hacia el ocaso, hacia la inmensidad.
Y en
el desvalimiento de la tarde,
la dulce lumbre de tus ojos arde
para consuelo de mi soledad.
la dulce lumbre de tus ojos arde
para consuelo de mi soledad.
("VENTANA AL CREPÚSCULO Y AL
CAMPO", Constancia Poética OC X.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario