Ciclo
Todo tu tiempo
es este espacio de árboles
que disuelve la lluvia.
Envejeces
con la misma lentitud de la hormiga que devora una hoja
pero envejeces.
La memoria es esta vieja colmena abandonada,
detrás de sus altos pastizales
has perdido la huella de otros días.
Ya no forcejeas con el sol.
Rehuyes los espejos.
Tus ojos son avispas luchando entre los escombros.
Las palabras inválidas
se mueren en tu boca.
Te hurgas el corazón.
Es una casa enmohecida de zaguanes clausurados,
ha disuelto tantas sales siniestras del otoño,
tiene una música tan áspera
como los dientes del invierno.
Sin embargo,
sigues besando los pies del día.
Has sobrevivido a tantos nombres
que hoy distraes la memoria.
¿Pero cuándo la palabra oscura,
la inefable hoguera?
Todo tu tiempo
es este espacio de árboles
que disuelve la lluvia.
Envejeces
con la misma lentitud de la hormiga que devora una hoja
pero envejeces.
La memoria es esta vieja colmena abandonada,
detrás de sus altos pastizales
has perdido la huella de otros días.
Ya no forcejeas con el sol.
Rehuyes los espejos.
Tus ojos son avispas luchando entre los escombros.
Las palabras inválidas
se mueren en tu boca.
Te hurgas el corazón.
Es una casa enmohecida de zaguanes clausurados,
ha disuelto tantas sales siniestras del otoño,
tiene una música tan áspera
como los dientes del invierno.
Sin embargo,
sigues besando los pies del día.
Has sobrevivido a tantos nombres
que hoy distraes la memoria.
¿Pero cuándo la palabra oscura,
la inefable hoguera?
No hay comentarios:
Publicar un comentario